Capitulo 5.





Bárbara estaba bajando por las escalera, todas las miradas se clavaron en ella asiéndola sonrojar, Alex la miro y una sonrisa le brotó del rostro, se levanto y la fue a buscar. 


—Te ves hermosa.Le susurró y la abrazo.
—Gracias, igual estás guapo.—Le sonrió con cariño.

—Vamos para la mesa, hermosa.Le tendió el brazo.
Bárbara y Alex, se dirigieron a su mesa, todas las mesas estaban ocupadas menos una, la que estaba al lado de ellos, Marisela se sentó al lado de Alex. 

—Marisela.—Alex le sonrió.—Que gusto volver a verte.
—Alex, ciertamente es un gusto.—Marisela le sonrió con gusto.
—De casualidad ¿No habrás visto a mi hija?—Preguntó poniéndose serio. No había visto a su hija en un largo rato.
—Eh.. bueno... Mamá ¿como estás?—Dijo nerviosa.

—Marisela... ¿Donde está Mónica?—Preguntó Bárbara seria.
Marisela iba a contestar pero Mónica subió al escenario.

—Hey.—Sonrió.—Esta noche como ya sabrán es de karaoke.—Varias personas aplaudieron.—Yo quiero empezar y justamente es una canción que un amigo mío le quiere dedicar a su gran amor.—Con disimulo observó a Bárbara y le guiñó el ojo.




Bárbara sin necesidad de voltearse sabía que él estaba allí, el vello de su cuerpo estaba erizado y eso lo conseguía solamente una persona.


—¿Bailas conmigo?—Le preguntó Santos. Bárbara miró a Alex pidiendo que le ayudara, pero este se hizo el loco mientras hablaba con Marisela. Suspiró y aceptó la mano que él tendía.



No hace falta que me quites la mirada
Para que entienda que ya no queda nada
Aquella luna que antes nos bailaba
Se ha cansado y ahora nos da la espalda
¿Dónde está el amor del que tanto hablan?
¿Por qué no nos sorprende y rompe nuestra calma?

Santos la tomó de la cintura mientras bailaban lentamente.

—Estás hermosa.—Le susurró.

—Ya él me lo ha dicho.—Dijo con la intensión de lastimarlo.

Santos la acercó más a él.


—Eres una mujer muy terca.

—No entiendo de que hablas.—Rodó los ojos.


—Te niegas a esta realidad, Bárbara.—Ella se estremeció al sentir su cálido aliento en su oreja.


—No sé de que hablas.—Dijo seria.

—¿Recuerdas cuando te enseñé a bailar la primera vez?—Preguntó sonriendo.—Ahora parece tan lejano ese día...


—Eras diferente.—Dijo Bárbara sonriendo.—No eres el bastado que ahora conozco.


—Dejame cambiar la imagen que tienes de mi, mi amor.—Pidió con suavidad.


—Ya es demasiado tarde.—La canción justo terminó y ella se separó de él.—Adiós, Santos.


Antes de que pudiera irse más lejos, Santos la tomó de la cintura y le tapó la boca para que no gritara mientras la llevaba a la playa, sin que nadie los viera.

 Bárbara le mordió la mano e iba a salir corriendo pero Santos la volvió agarrar y la cargo en sus hombros.

Diablos, Bárbara, eso dolió.

Eso te pasa por sacarme así, suéltame. 

—Ah con que muy graciosa ¿no?.Santos le dio una nalgada y Bárbara se la devolvió pero con ambas manos.

Suéltame, mi prometido me espera.Ya estaban un poco lejos así que Santos la soltó.
¿Tu prometido te espera?—Se burló con rabia.—¿Hablas de ese que no amas?—Preguntó enojado.

¿Quien dijo que no lo amo?

Mírame a los ojos y dime que lo amas, hazlo y yo te juro que buscaré la forma de olvidarte, dímelo. ¡MÍRAME A LOS OJOS Y DILO!.Bárbara agacho la mirada y permaneció en silencio. No podía decirlo, no tenía las fuerzas.Bárbara yo si te amo.

Santos yo.. yo me voy... y por favor no me detengas. 

¿Lo... amas?.-Bárbara lo miró a los ojos sonrió lo empujo y salió corriendo riendo sin saber porque. Santos estaba confundido pero antes que Bárbara se alejara mas le grito.Te amo-Bárbara se detuvo un momento al igual que su risa y empezó a llorar, corrió nuevamente al hotel, Alex la miro correr por las escaleras se preocupó y fue tras ella. 


Bárbara, detente por favor.Le agarró del brazo, Bárbara lo abrazo y lloro en su pecho.Llora, desahógate, tranquila.-Así pasaron un buen rato, hasta que Bárbara se separó.

—Perdón.—Susurró.—No me lo está haciendo fácil.

Es difícil porque ocultas lo que sientes.Alex trataba de hacerla entrar en razón.

-Se lo que haces, no voy a cambiar de opinión con lo que corresponde a la boda. ¿Qué acaso ese idiota tiene una alarma qué le informa cuando estoy feliz?—Dijo enojada.
-Acompáñame a un lugar.Bárbara lo miro con desconcierto, Alex la tomo del brazo  y la llevo por un pasillo, unas escaleras donde había una puerta.

¿Donde estamos? 


—Doña Bárbara.—Se burló de ella.—Le presento un buen sitio para pensar.—Abrió la puerta de la terraza, Bárbara sonrió. Habían varias luces más dos columpios.—Cuéntame, pequeña.—Se sentó en uno y la invitó a ella hacer lo mismo.—¿Qué pasa? 

—Una sola palabra: Santos. Él me vuelve loca, una parte de mi quiere odiarlo, olvidarle pero...

No puedes por que lo amas y te gusta verlo sufrir.Alex le sonrió invitando a Bárbara a sonreír con el.- Vamos una sonrisita.-Bárbara le dio una débil sonrisa.

Es increíble...-Suspiró.

—¿Qué cosa? 

—Que en poco tiempo te has convertido en alguien muy especial para mi, eres mi mejor amigo, mi confidente... Te adoro.-Lo abrazó.


Yo también te adoro, y a este bebé hermoso.-Le toco el vientre, se arrodillo y lo besó. ¿Cuando le dirás a Marisela? 

No lo se... entre más pronto mejor.—Dijo decidida.

—Esa es mi chica.—Le besó la frente.—¿Bajamos? 

No, allí está Santos y no me apetece para nada verlo.

—Está bien, nos quedamos un rato aquí.Bárbara se recostó en su pecho, y se perdió la vista de la playa.


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Santos llegó al hotel después de un rato cuando se le había pasado el enojo. Mónica y Marisela se le acercaron.

¿Y mi mamá?

No lo sé, me empujó y salió corriendo.


¿Como que salió corriendo?

—Pensándolo bien, mi papá salió tras ella, la vi llegar echa un mar de lagrimas.

Perfecto.-Dijo Santos de mala gana.

—Ahí vienen.

Bárbara venia del brazo con Alex y se sentaron en su mesa, Bárbara del lado de Santos.
No se hablaron, pero un chico subió al escenario y canto una canción que los puso muy melancólicos.

 ''Sabes no pido nada mas 
Que estar entre tus brazos 
Y huir de todo el mal 
Que a todo he renunciado 
Por estar junto a ti 
Sabes no dejo de pensar 
Que estoy enamorado 
Te quiero confesar 
Que soy solo un esclavo 
Que no sabe vivir sin ti 
Cuando llegaste tu te metiste en mi ser 
Encendiste la luz 
Me llenaste de fe 
Tanto tiempo busqué
Pero al fin te encontré 
Tan perfecta como te imagine 
Como aguja en un pajar 
Te busque sin cesar 
Como huella en el mar tan difícil de hallar 
Tanto tiempo busque pero al fin te encontré 
Tan perfecta como te imagine...
Sabes te quiero confesar 
Que te encuentro irresistible 
No dejo de pensar que haría lo imposible 
Por quedarme cerca de ti 
Cuando llegaste tu te metiste en mi ser 
Encendiste la luz 
Me llenaste de fe 
Tanto tiempo busque 
Pero al fin te encontré 
Tan perfecta como te imagine 
Como aguja en un pajar 
Te busque sin cesar 
Como huella en el mar 
Tan difícil de hallar 
Tanto tiempo busque 
Pero al fin te encontré 
Tan perfecta como te imagine 
Sabes no pido nada mas 
Que estar entre tus brazos... 


Santos no le quitó la mirada de encima y en ocasiones ellas se las devolvía, y un par de veces que se encontraban, esas miradas tan intensas, Marrón y Azul. 

Mónica se levantó y tomó el brazo de Santo haciéndolo levantar a el también, Mónica se dirijo a el escenario le dijo algo a los músicos y a Santos.

Estas loca no voy a cantar.—Dijo nervioso.

Si lo harás.—Dijo decidida. 


—Mónica...


—¿Quieres recuperarla o no?—Santos asintió.—Buena suerte.


—¿Qué no cantas conmigo?—Abrió los ojos como plato.


—No, esto no es un dúo.


Santos pensó por unos segundos que canción podría dedicarle, sonrió y le susurró algo a los músicos que sonrió.



¿Cómo te pido que vuelvas a mi 
si fui yo mismo quien te hizo partir?
¿Cómo te explico que me ha echo sufrir 
separarme del sol que hay en ti?
¿Cómo te miro a los ojos 
que extraño si lloraron esa última vez?
¿Cómo le digo al amor de mi vida 
que mentía el día que me marché?

Solo le pido a Dios que escuches mi canción 
que llegue a tus oídos cual si fuera un rumor 
Y que me perdones aunque no esté yo 
un tonto que se equivocó...

¿Cómo te ruego que pienses en mi 
si me rogaste y nunca quise mirar?
¿Cómo te cuento que el cielo está gris 
desde el día que me fui sin hablar?

¿Cómo te cambia el dolor que hay en ti 
con este amor que se me va a desbordar?
¿Cómo consigo borrar tus recuerdos 
para darnos otra oportunidad?

Solo le pido a Dios que escuches mi canción 
que llegue a tus oídos cual si fuera un rumor 
Y que me perdones aunque no esté yo 
un tonto que se equivocó.



Bárbara contenía las lagrimas y le apretaba mas la mano a Alex.
Cuando Santos acabó, Bárbara no pudo más y salió nuevamente a la playa, necesitaba aire.

Santos la miró y tomó una botella de ron que estaba en el bar y corrió hasta ella.


—Vengo en son de paz.Santos subió ambas mano en modo de derrota y mostrando la botella.¿Me aceptas unas copas?Bárbara asintió y se sentó muy cerca de la orilla, Santos sirvió dos caballitos de ron le extendió uno y se sentó a su lado.


—¿Por qué haces esto?Santos la miró extrañoVienes a buscarme después de la última vez que nos vimos... Te dije que tu hicieras tu vida y yo la mía.. y ahora mírate, ahora estas aquí.-Respondió a su pregunta no formulada.

—Tal vez estoy aquí porque me di cuenta que soy un idiota.

—¿Cómo terminaron las cosas con Marisela?.Bárbara quería cambiar el tema.

Santos le contó lo ocurrido a Bárbara, como terminó con Marisela, su búsqueda y ahora que estaba ahí.

—Es sorprendente eso que me buscaron por todo los pueblos.—Dijo Bárbara sin poder creerlo.

-Si. sabía que no te gustaban las ciudades grandes y no pensé que estuvieras aquí. Bárbara en estos meses yo he entendido que lo que siento es amor, te amo, este amor es sincero. ¿Por qué no me crees?.Santos se acerco a ella le tomo el rostro y le dio un suave beso, Bárbara le correspondió muy bien ambos cayeron a la arena haciendo el beso mas intenso Bárbara le empezó a quitar los primeros botones de la camisa a Santos, pero cayo en cuenta en lo que estaba haciendo y se alejo.





—No, esto no está bien.—Bárbara se separó de él y se sentó mientras se abrazaba las rodillas.—Voy a casarme en dos semanas.—Se dijo a ella.

¿Tanto lo amas?—Preguntó Santos observándola. Él sería capaz de dejarla junto a ese tipo si lo amaba, si ella era feliz junto a él.—Sin rodeos. 

Eso a ti no te importa, no tengo porque darte explicaciones.Bárbara se levantó y se fue.

—Ya sé que no lo amas.—Santos sonrió mientras veía como ella se iba.



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En la ventana del hotel Mónica y Marisela vieron la escena completa no lo podían creer.

—Pero bueno, pobre Santos... Bárbara lo calienta, lo enfría, lo calienta, lo enfría, lo va a terminar de pasteurizar al pobre.—Dijo Mónica suspirando.

Marisela rió mientras le daba la razón.
-

Bárbara llego a la mesa con Alex.

Ya es tarde, me voy.Le dio un beso en la mejilla.

Está bien, yo me quedaré aquí un rato mas, hasta mañana, preciosa.—La abrazó.—Descansa, nena.

—Te quiero.—Le susurró Bárbara antes de irse.


Bárbara se retiró a su habitación, Santos entró a al lobby buscó a Bárbara con la mirada pero no la vio, vio a Alex y supuso que el era su ''prometido'' pensar eso le hervía la sangre, fue con Alex se sentó sin pedir pedir premiso.

¿Buenas noches?.-Alex estaba desconcertado por la manera que Santos se sentó frente a él. 

Buenas noches, mi nombre es Santos Luzardo ¿tu eres Alex? 

Si...

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